( 3 ) TERCER PASO ( CIRUGÍA )

Antes de la cirugía de implantes, se comprueba la plantilla ploteada para verificar que no hay huecos en el ajuste en la boca del paciente. Las ventanas de visualización integradas junto al lugar del implante y en la posición contralateral permiten un control superior al que se puede conseguir clínicamente (Fig. 5). Después de la anestesia y de abrir los tejidos blandos con un bisturí circular, el hueso cortical se perfora con una fresa de roseta en posición central.

A continuación se prepara el lecho implantario usando sucesivamente herramientas de guiado especializadas y las correspondientes fresas en espiral, que pueden ser insertadas clínicamente en las ranuras de las fundas de alojamiento. La técnica sin colgajo sólo se recomienda si la anatomía ósea local tiene el volumen adecuado, y si en el lugar del implante hay suficiente mucosa queratinizada (Fig. 6).

Después del primer fresado se introduce un medidor de profundidad del implante para confirmar el posicionamiento exacto de la osteotomía. En esta fase inicial es posible detectar errores; una posible desviación de la posición propuesta del implante se debe corregir manualmente (Fig. 7).

Después se puede continuar con la secuencia de fresado guiada. La densidad ósea presente determinará si es necesario o no labrar una rosca (Fig. 8). La colocación de implantes con diámetro hasta RN/RC se puede hacer directamente con el casquillo de fresado de 5mm integrado. Los implantes con un diámetro mayor se deben insertar manualmente con la guía del lecho fresado finalizado. La radiografía postoperatoria muestra el correcto posicionamiento protésico del implante con una distancia de seguridad suficiente respecto al N. alveolaris inf. y los dientes adyacentes (Fig. 9). 

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